Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles, Constantina


Lectio Divina

        Como discípulas de la Palabra,queremos tener el oído abierto a su mensaje.  Durante la jornada habrá muchos momentos de esta escucha comunitaria en la Liturgia. Pero es cada mañana, en la soledad y silencio de nuestra celda, cuando nos disponemos para el encuentro, amoroso y gratuito, con el Señor en la lectura de las Sagradas Escrituras, y a dejar que Él nos hable. Es el momento en que Dios nos llama para hablar al corazón y colmarnos con sus dones. 

"Sea tu custodia lo secreto de tu aposento, y, allá dentro, recréese contigo tu Esposo. Cuando oras, hablas a tu esposo;cuando lees, Él te habla a tí"

La dimensión profundamente personal de la "lectio" invita a la monja a escrutar su propia vida, y la de la comunidad. De esta manera, nos iremos acercando, más y mejor, al conocimiento de Cristo, pues, como decía San Jerónimo, "desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo."


¿Qué es Lectio divina?

        Lectio Divina (latín: lectura divina, 'lectura orante')  es una metodología de reflexión y oración de un texto bíblico utilizado por católicos desde tiempos medievales. En el centro de la práctica de la lectio divina se encuentra una actitud receptiva y reflexiva de lo que Dios dice por medio de la palabra.

        Contempla cuatro partes: lectio, meditatio, oratio y contemplatio (lectura, meditación, oración y contemplación). Éstas deben realizarse en silencio y contemplativamente. Durante el Medioevo, esta metodología era utilizada principalmente entre el clero monástico. Con el tiempo se extendió a los fieles Actualmente es una práctica común sólo entre los católicos practicantes. Aun así, quienes la practican dicen encontrar mucho sentido y paz en ella.


Lectio

En clima de silencio y después de haber invocado al Espíritu Santo, se abre la Biblia y se lee el texto. Seria preferible en un primer momento elegir alguna de las lecturas litúrgicas para no perderse entre la diversidad de textos o caer en el azar. Debe tratarse de un párrafo bastante claro y completo en sí mismo. Alguna técnica que se puede usar seria: leer detenidamente el texto a ser posible en voz alta para hacerlo resonar en nuestro oído y así vaya calando en nuestro corazón, se puede escribir el texto o bien tratar de memorizarlo. Después se puede analizar el significado, viendo las palabras que me cuestaIl más trabajo entender y aquellas que resuenan especialmente en mi. Si se quiere se puede hacer también un análisis del periodo de composición, características literarias, etc... ,

Meditatio

Se trata de un ejercicio interior que se puede realizar repitiendo alguna frase donde encuentro el sentido principal del texto. Para ello, realizo una operación que va desde intentar recapitular a centrar el sentido del texto en el menor número de palabras posibles. Después trato de rumiar, repitiendo en mi aquello que he considerado como lo más importante. y por último, cuando ya ha sido repetido varias veces vuelvo a confrontar con el texto mis sentimientos y lo que en mi se ha podido suscitar .

Oratio

Se trata de entrar en oración en un dialogo con Dios de forma intima y personal. Exponiéndole todo lo que he sentido y hasta incluso, si no me distraigo demasiado, llevarle alguna de mis preocupaciones más importantes para el dialogo. Consiste en habitar, es decir meterme del todo en la Palabra. No se debe quedar en un momento para pedirle a Dios cosas sino para dialogar desde la profundidad de mi vida.

Contemplatio

Se trata de estar en Dios viendo los frutos que la Palabra ha dejado en mí. Es fijar la mirada y el corazón en Dios. Sentir su presencia dentro de nosotros, en nuestro corazón. Consiste en mirar todo lo que somos a través de la visión de Dios que hay en mi. De la contemplación deben salir las actitudes que conducen a mi propia evangelización y transformación interior .

 

Todo este proceso tiene un sentido espiritual, pues es una forma de comunicarse con Dios y hacer sentir su presencia en nosotros. No debemos nunca acudir a la oración con un esquema de eficacia ya prefijado o esperando recibir algo, acudamos a la oración simplemente para amar a Aquel que nos ha amado primero.